Las Vegas | << = = | Estancia "La
Angelina" de Don Pedro Montes |
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Este establecimiento, situado a diez y ocho leguas de Río Gallegos, consta de una superficie de catorce leguas de propiedad, y pastan en ellas alrededor de veinte mil lanares. Fue fundado por don Pedro Montes en el año 1878, conjuntamente con don Eugenio Fernández, don José Montes y Victoriano Rivera. Las primeras ovejas, traídas de Punta Arenas, pastaron por mucho tiempo en la gran faja de campo que media entre Río Gallegos y Puerto Coy-Inlet. En el año 1900 se disolvió la sociedad ganadera constituida por los cuatro señores citados y a don Pedro Montes le correspondió la parte de campo que ocupa su establecimiento actual. Las ovejas traídas de Punta Arenas primitivamente, eran de raza Lincoln procedentes de las islas Malvinas. Con posterioridad se ha mejorado paulatinamente la calidad de la lana y hoy el total de los animales es de cruza fina Merino. "La Angelina" limita al norte con campo de don José Montes, al este con el océano Atlántico y don Juan Rudd, al sud con don Victoriano Rivera y Rudd y al oeste con campos de la sucesión Halliday. La casa habitación es de material, construida en 1922; la antigua vivienda, cuyo grabado también aparece en estas páginas, fue construida en 1883. La nueva casa está circundada por una quinta y jardín recién iniciados. En breves años más, el aspecto general habrá adquirido una belleza que no es posible exigir en la actualidad. A dos leguas del casco de la estancia y en las proximidades de la costa del mar, existen paisajes de una belleza extraordinaria. El terreno llano, característico de nuestras mesetas patagónicas, se quiebra de improviso en profundas barrancas que descienden a pique hasta la playa, Los paredones pétreos de Cabo Blanco se van insinuando a medida que el viajero se acerca al Atlántico y cuando ya en la costa dirige su mirada hacia el Poniente, buscando la perspectiva de las hondonadas y gargantero que acaba de recorrer, se encuentra que aquellos paredones gastados por el mar, pero imponentes de altura y grandeza, le ocultan todo el paisaje por el lado de tierra. Ascendiendo nuevamente hacia la pampa, llama la atención la feracidad del suelo, que contrasta con la esterilidad característica de aquélla. Un manto verde cubre el terreno y entre los pastos surgen infinidad de chorrillos, casi invisibles al nacer a flor de tierra, pero que juntando sus caudales forman más lejos pequeñas lagunas y saltos de agua que contribuyen a hacer más hermoso el paisaje circundante. Cerca de la casa principal de "La Angelina" hay una salina que provee de toda la sal que se consume en el establecimiento. Los pastos del campo son duros en las pampas y dulces en los cañadones. El galpón de esquila de la estancia, muy amplio y cómodo, cuenta con 8 tijeras y un motor que acciona la maquinaria. El actual administrador del establecimiento es el señor Pedro Montes (hijo), hombre joven que reúne a los entusiasmos de su edad, la inteligencia y el tesón que caracterizó a su padre y a otros pobladores de origen español que supieron labrarse un porvenir halagüeño en las deshabitadas pampas patagónicas. |
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Fuente: «La Patagonia Argentina», pp.203-205