Otro de los viejos españoles que han luchado denodadamente para adquirir el bienestar económico que ostentan en la actualidad.

Este excelente varón llegó al país en el año 1878, llamado por su hermano José, uno de los "pioneers" más emprendedores que arribaron a nuestra zona austral.

Don Pedro, natural de Sardín (Asturias) comenzó su labor asociándose con don José Montes, Eugenio Fernández y Victoriano Rivera, ocupando una gran extensión de campo que se extiende entre el río Coy-Inlet y Río Gallegos. Luchó año tras año y obtuvo el premio reservado a los hombres fuertes y tenaces, no sin dejar de rendir tributo a las inclemencias soportadas durante la mejor época de su vida.

Desde hace diez y ocho años el señor Montes, debido al quebrantamiento de su salud, se ve obligado a residir con su familia en Gijón (España), desde donde efectúa viajes a la Patagonia cada vez que sus dolencias le permiten ese esfuerzo.

Atiende su patrimonio su hijo Pedro, hombre de inmejorables condiciones y habituado a la vida azarosa que es necesario llevar en esas latitudes.