Es este uno de los establecimientos más antiguos de la zona y uno de los más ventajosamente conocidos en el territorio, tanto por la forma en que está administrado como por la reconocida bondad de sus productos. Situado en la margen derecha del río Coy-Inlet, ocupa una extensión de veintiuna leguas, de las cuales diez y ocho son de propiedad y tres arrendadas al gobierno nacional. El establecimiento limita al Norte con la sucesión Jamieson, don Mauricio Braun y la estancia "Comosu-Aike"; al Sud con la estancia "Guer-Aike" y don Luciano Carreras; al Oeste con la sucesión de don Rodolfo Suárez y la estancia "Ruben-Aike" o "Las Vegas" y al Oeste con las sucesiones de Halliday y Felton, y don Mauricio Braun.

El río Coy Inlet cruza en toda su extensión el campo que describimos, el que, por otra parte, está cortado en varias partes por profundos cañadones, que constituyen excelentes abrigos para los animales durante los crudos meses del invierno.

El establecimiento está alambrado en toda su extensión y se halla dividido en varios potreros, servidos algunos por aguadas naturales y otros por molinos a viento del tipo más perfeccionado.

Las instalaciones son antiguas, pero como fueron hechas en su tiempo a todo costo, prestan en la actualidad excelentes servicios y llenan fácilmente las necesidades de la estancia.

La casa principal fue construida en 1897 y es del tipo común usado en la región. Tiene al frente y en una de sus alas una amplia galería de cristales, que brinda claridad suficiente a toda la morada y que constituye a la vez un confortable refugio para la familia durante la estación invernal o en los días en que los vientos característicos de la zona soplan con su violencia acostumbrada.

A poca distancia de la casa y en un sitio suficientemente protegido, el señor Mac George, a costa de inmensos sacrificios, ha logrado formar una pequeña quinta a la que dedica desde muchos años una gran parte de su celo y actividad.

Hay en "Guakenken-Aike" alrededor de treinta y dos mil animales lanares que, como se ha dicho, dan un producto excelente dentro de las características de su tipo.

El gobierno nacional otorgó el título de propiedad al señor Mac George en el año 1893 y éste pagó por el campo a razón de doscientas libras esterlinas la legua.

El propietario y administrador de la estancia a que nos referimos, es uno de los hombres más entendidos en la cría de ovejas que hay en la zona. Tiene sobre esa industria conocimientos vastísimos, y así su opinión sobre la materia es consultada a menudo por los pobladores del territorio.

Además, su habilidad en las faenas rurales es extraordinaria y aun actualmente a pesar de sus muchos años, aventaja a los mejores en casi todos los trabajos que se realizan en la estancia, principalmente en las múltiples tareas a que dan lugar la esquila y el baño de las ovejas.

Colabora con el señor Mac George en el manejo del establecimiento, su hijo, que ya ha logrado destacarse por sus conocimientos, habilidad y "endurance" para la ruda vida de las pampas patagónicas.