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"Tapi-Aike" de Don Ernesto von Heinz y Cía. |
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Tuvimos ya ocasión de ocuparnos de don Ernesto von Heinz y de sus actividades en el territorio. Dijimos que después de haber realizado en compañía del capitán Eberhardt, varias expediciones por el seno de Ultima Esperanza y tierras adyacentes, pobló un campo cerca de "Rospentek" y posteriormente otro en Palique, en sociedad con don Rodolfo Stubenrauch, el que vendieron en 1906 a la Sociedad Explotadora de la Tierra del Fuego. Algún tiempo después los socios von Heinz y Stubenrauch decidieron establecerse en unos terrenos próximos a la estancia "Cerro Castillo" y su sección "Fuentes del Coyle", de propiedad de la poderosa institución que hemos mencionado, los cuales por su topografía reunían condiciones muy relativas para una eficaz explotación industrial. Campos de meseta, altos y en su mayor parte pobres en pastos y en aguadas, tienen el inconveniente principal para la crianza de animales de carecer en general de abrigos, esto es de lotes bajos reparados del viento y del frío por los paredones de los cañadones donde puedan cobijarse las majadas durante los meses más crudos de la estación invernal. No obstante estos factores desfavorables los señores von Heinz y Stubenrauch no vacilaron en acometer la empresa y fundaron allí la estancia "Tapi-Aike", a que hacemos referencia en estas páginas. Es indudable que un negocio ganadero emprendido bajo tan precarias condiciones agrológicas y climatológicas, requería especiales dotes de habilidad y de energía en sus directores, pero como éstos las poseían en alto grado, lo que a primera vista podía parecer aleatorio y hasta peligroso, transformóse en virtud únicamente de esas mismas cualidades, en una empresa próspera en la actualidad y de brillantes perspectivas para el porvenir. "Tapi-Aike", como se ha dicho, está ubicada a corta distancia de "Cerro Castillo" y "Fuentes del Coyle" y del sitio denominado "Cancha Carreras", en la frontera con Chile. De Río Gallegos dista más o menos cincuenta leguas y el camino que une la estancia con ese puerto es por lo común de fácil y cómodo tránsito. El establecimiento cuenta con instalaciones de primer orden. La casa principal, que había sido edificada a todo costo, fue, no hace mucho tiempo, totalmente destruida por un incendio. El señor von Heinz proyecta en la actualidad substituirlo por otra. Sabemos que este breve comentario alarmará la modestia de
los propietarios de "Tapi-Aike", pero a fuer de cronistas
verídicos e imparciales no podemos dejar de mencionar en este
libro esa estancia y señalarla como un ejemplo elocuente de
lo que puede realizar la voluntad aun a despecho de la naturaleza. |
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Fuente: «La Patagonia Argentina», pp.239-240