En varias ocasiones en el transcurso de esta obra, hemos tenido ocasión de referirnos al capitán Eberhardt, como uno de los más antiguos pobladores del territorio y a la vez como uno de los factores más eficientes de su progreso.

El capitán Eberhardt había viajado por toda la Patagonia, y sobre todo por la región conocida con el nombre de Seno de Ultima Esperanza, y como resultado de sus expediciones había llegado a atesorar un nutrido bagaje de informaciones y de conocimientos, que le fueron muy útiles en sus posteriores actividades.

Al tratar en esta sección de otros "pioneers" del territorio tendremos la oportunidad de mencionar varias veces al capitán Eberhardt; pues de su establecimiento "Chimen Aike" que él formó, allá por el año 1882, salieron muchos de los animales con los cuales aquellos poblaron los campos en que se establecieron.

Fue un convencido del porvenir de la Patagonia, y a su progreso y adelanto dedicó los mejores años de su vida. A su gestión entusiasta y elocuente debióse la radicación en Santa Cruz de varios elementos, sobre todo alemanes, que, con el tiempo, llegaron a ser propulsores eficacísimos del desenvolvimiento industrial y económico de la región.

Lamentamos que la carencia de informaciones, que no pudimos lograr a pesar de nuestros esfuerzos, no nos permitan hacer una biografía detallada y completa del capitán Eberhardt, ya que su vida constituye, podemos decirlo así, la historia de Santa Cruz desde que se inició en este territorio la evolución, cuyos resultados hoy tanto nos halagan y tan gratamente nos sorprenden.