Este caballero no ha sido en realidad directamente un poblador del territorio, pero su influencia ha pesado tanto en su progreso, ya bajo la faz comercial, ya en la industria prestando su ayuda y el prestigio de su firma a varios estancieros establecidos en la región, que no consideraríamos completa esta sección si no incluyéramos en ella estas líneas dedicadas a honrar las cualidades de ese luchador, cuyo nombre es en la Patagonia, tanto argentina como chilena, sinónimo de bondad, generosidad e hidalguía.

Nació el señor Stubenrauch en la importante posesión denominada Wuthenow, cerca de Soldin (Prusia) y cursó sus estudios en el gimnasio de Joachimsthal. Terminólos a los 19 años y pasó en seguida a hacer su aprendizaje comercial práctico por un período de tres años, pero entretanto cursaba sus estudios universitarios.

Con un bagaje bien nutrido de conocimientos, se trasladó a Londres, y después de una corta permanencia en dicha capital, se dirigió a Valparaíso, donde arribara en el año 1880.

Desde esa época no ha cesado la intensa y hábil labor desplegada por el señor Stubenrauch, orientada siempre hacia todo aquello que sirviese para propulsar de manera efectiva el progreso de las regiones del Sud, en las cuales supo él adivinar que había posibilidades de un porvenir rápido y grandioso.