Aubone | << = = | Los Antiguos Pobladores del Territorio Don Enrique Bitsch |
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Don Enrique Bitsch acompañado de su esposa, llegó al territorio en el año 1887, procedente de Punta Arenas. Contaba entonces veintinueve años de edad. Lo traía el firme propósito de labrarse una fortuna, para lo cual contaba con su juventud, su férrea voluntad y la ayuda moral y material de su arriesgada compañera. Como en ese entonces no había otro medio de transporte, tuvieron que realizar el viaje a caballo, pernoctando en plena pampa, bajo el débil abrigo que les prestaba una carpa que llevaban a lomo de un carguero de su tropilla. Después de arduas peripecias, arribaron a los campos que habían decidido poblar y a los que habían mandado con anterioridad de pocos días, algunos vacunos procedentes de los montes y praderas de Chile. La vida de sacrificios que se impusieron al emprender el viaje continuó sin variaciones una vez instalados en los terrenos que debían ser la base de su empresa, pues careciendo el poblador de medios para procurarse víveres y comodidades, quedaba reducido a lo poco que podía proporcionarle el desierto que tenía el propósito de conquistar. Y esto era bien poco en verdad. La carne de los guanacos y avestruces que lograba voltear su fusil, constituían su alimento; su vecindad, algunas tolderías de indios Tehuelches y su preocupación constante a la vez que su única diversión, la caza de los innumerables pumas que merodeaban su campamento y cuya voracidad hacía peligrar la existencia de su ganado. Además, la leña escaseaba y para procurársela había que realizar viajes de varios días. Si se agrega a todo esto las dificultades que implica aclimatar animales procedentes de campos feraces a las pampas estériles a que había conducido sus vacunos el señor Bitsch, sobre todo cuando se carece de alambrados y es imposible costearse peones que ayuden en la labor, se tendrá un pálido reflejo de la magnitud de la empresa que había acometido el audaz poblador.
Es interesante hacer constar que en esa época gobernaba el territorio el capitán de fragata Moyano y que Gallegos, la población más próxima, contaba sólo con dos casas.
En el año 1895 el señor Bitsch adquirió las primeras ovejas del señor Hermann Eberhardt, propietario de una estancia lindera denominada "Chimen-Aike", el que las había importado de las Islas Malvinas. Poco a poco y a costa de ingentes sacrificios fue retinando su plantel y poblando los campos que había ocupado hasta lograr al cabo de los años, formar el actual establecimiento "Bella Vista" de propiedad de la firma Bitsch Hermanos, uno de los más conocidos de la región.
En esa lucha tenaz y constante que intensificaban como queda dicho, la falta de medios y las inclemencias del clima, don Enrique Bitsch contó siempre con la ayuda de su esposa que en todo momento supo alentar sus esfuerzos con la clara visión que su optimismo había entrevisto, de un porvenir descansado y próspero.
Después de diez y ocho años de trabajos y economías, don Enrique Bitsch se ausentó por vez primera en 1904 con su familia para Alemania, con el propósito de visitar su pueblo natal Friedrichstadt, en la provincia de Schleswig-Holstein. Residió en él hasta 1920 en que regresó al país a causa de la situación angustiosa porque atravesaba su patria, pero en ese ínterin, realizó dos viajes de varios meses al territorio con el propósito de enterarse de la marcha de su establecimiento.
Actualmente este viejo poblador, se ocupa, para distraer sus ocios, en pequeños trabajos rurales, mientras llega la hora en que pueda realizar su ideal de ir a establecerse definitivamente en Alemania.
Fuente: «La Patagonia Argentina», pp.126-127