Jamieson | << = = | Los Antiguos Pobladores del Territorio Augusto Kark y Bernardo Osenbrüg |
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Don Augusto Kark llegó al territorio, procedente de Alemania, en el año 1886. Traía algún capital, pero sobre todo venía pertrechado de una firme voluntad y de un decidido espíritu de empresa. Instalado en los campos que forman hoy su establecimiento "Markatch-Aike", se asoció por cuatro años con el señor Seeger, al que sustituyó luego con el mismo carácter de socio y por un término igual, el señor Roberto Loeschigk.
El señor Kark durante estos primeros años dedicó sus actividades a la cría de ganado vacuno, el cual, a causa délas características de los campos de la zona, dejaba un margen de utilidad tan reducido que no compensaba en ningún caso los sacrificios realizados. En 1895 formó sociedad con don Bernardo Osenbrüg, que había venido al territorio con el exgobernador don Edelmiro Mayer, y desde entonces se dedicaron a trabajar con animales lanares, procedentes de las Islas Malvinas algunos y otros del Norte de la República.
En esta misma época los socios empezaron a dotar su establecimiento de las instalaciones que su afán de amplitud y de progreso, hacían indispensables. Iniciaron inmediatamente la tarea de alambrar el campo ocupado, la cual, a causa de la naturaleza del suelo formado por una espesa capa de lava volcánica, demandó un esfuerzo cuya intensidad apenas si previeron los pobladores. Como era imposible abrir hoyos, pues la dureza del terreno no lo permitía, tuvieron que formar altas pirámides de piedra a fin de que sirviesen de sostén a los postes. Si a esto se agrega la carencia de personal y la distancia relativamente grande, dados los precarios medios de transporte existentes en aquella época, entre la estancia y el único centro proveedor de materiales que era Gallegos, se deducirá fácilmente la magnitud de la tarea emprendida por los señores Kark y Osenbrüg.
Formada ya la estancia y puesta en buenas manos su administración, los socios se ausentaron para Alemania, con el objeto de radicarse allí definitivamente, pero sin abandonar la vigilancia de sus intereses, para lo cual alternativamente realizaban cortos viajes de inspección, que hacían coincidir generalmente con la época de la faena de esquila.
El señor Kark cuenta actualmente sesenta y cuatro años de edad y está casado con una hija del señor Hermann Eberhardt, del cual nos hemos ocupado. El señor Osenbrüg, que contaba cincuenta y seis años, falleció en su estancia el 26 de enero del corriente año, en ocasión en que se disponía a emprender nuevamente viaje para su patria, después de haber dirigido los trabajos, de la última esquila.
Fuente: «La Patagonia Argentina», p.133