Al sud de Gallegos y a poca distancia de "Bella Vista" de Bitsch, de donde parte el camino que a ella conduce, se encuentra la estancia "Markatch-Aike", de la firma Kark y Osenbrüg. El establecimiento tiene una extensión de diez leguas de campo especial para la cría de ganado lanar y está abrigado casi en todo su perímetro por elevadas rocas de basalto de indudable origen volcánico. Los pastos son los comunes de la región, pero este establecimiento tiene la ventaja de poseer una esplendida vega que suministra forraje en abundancia para el ganado vacuno y yeguarizo.

Las instalaciones son modernas y llenas de comodidades. El galpón de esquila cuenta con ocho tijeras y cómodos bretes para los animales. El bañadero es de cemento y está construido de acuerdo con las más modernas prescripciones en la materia.

El personal está confortablemente alojado y recibe una alimentación que puede calificarse de excelente.

La casa principal de estilo chalet reúne todo el confort deseable, sobre todo para la estación invernal, tan ruda en esas reglones. Junto a la casa y debidamente protegida por reparos hábilmente construidos, se ha logrado formar una quinta, que surte de frutas y verduras a la estancia.

"Markatch-Aike" tiene actualmente alrededor de catorce mil ovejas de cruza Corriedale y Romney Marsh, que producen lana del tipo más solicitado en el mercado mundial. Dichos animales han dado un porcentaje término medio en los últimos años de cinco kilos para los carneros y de cuatro kilos para las ovejas.

Administra esta estancia desde hace más de veinte años el señor W. Mackenzie, un escocés de pura cepa, trabajador, activo y de una reconocida competencia y al cual se debe en gran parte el estado floreciente en que ella se encuentra actualmente. El señor Mackenzie vio, se puede decir, surgir el establecimiento que dirige; en él formó su familia y a él dedicó sin escatimarlos todos sus entusiasmos y energías. Goza de la confianza ilimitada de la firma que representa y del aprecio y afecto de todos los habitantes de la zona.

"Markatch-Aike" fue fundada, como se ha dicho en otra sección de este libro, por Don Augusto Kark que, antes de asociarse con el señor Osenbrüg, dedicó sus campos a la cría y pastoreo de animales vacunos. Indudablemente el terreno no se prestaba para esa industria y así fue que una vez constituida la nueva firma, los socios cambiaron el rumbo del negocio poblando los campos con ganado ovino, el cual la tierra era extraordinariamente apta.

Los señores Kark y Osenbrüg residían en Europa, pero anualmente hacían viajes a su estancia para vigilar la faena de la esquila. Estando en esa tarea, a principios del corriente año, el señor Osenbrüg falleció casi repentinamente, en momentos en que se aprestaba para regresar al viejo mundo. Su muerte fue muy lamentada por los pobladores de Santa Cruz, pues el extinto había logrado captarse por sus cualidades caballerescas, el sincero aprecio de todos aquellos.