La avena es una planta cultivada en abundancia cada vez mayor, porque su grano que antes tenía importancia para la alimentación de los animales, especialmente del caballo, hoy se emplea también mucho en la alimentación del hombre.

Se resiente del frío y resiste el calor menos que la cebada, por lo cual este cereal la sustituye en los países cálidos.

Variedades. — Entre más de 40 especies que se conocen de este género, las principales son la avena común o blanca, avena desnuda, avena loca, avena elatior, avena bulbosa, avena precatoria, avena siempre verde, avena puberunte, avena de los prados, avena abigarrada y avena frágil.

Cultivo y rendimiento. — La avena se cría bien en todos los terrenos, si no son muy areniscos y ligeros, sin que se entienda por esto que en los buenos y sustanciosos no produzca más, es decir que es poco delicada y disimula mejor que las demás gramíneas las faltas de la tierra, pero la prefiere de buena calidad y jugosa. Una prueba de ello es que en los prados que se rompen es el primer grano que se siembra para quitar a las tierras lo que se llama el corte o desfoque, que no es otra cosa que la superabundancia de principios fértiles, que solo produce en el trigo mucha paja con perjuicio de los intereses del labrador.

La avena se siembra, en tierras que hayan estado de trigo el año anterior, desde Noviembre hasta Febrero, pero arraiga mejor cuanto más temprano se entierra. Las sementeras de Noviembre a Diciembre no necesitan más que dos rejas y otra para cubrir el grano. En las de Enero y Febrero bastará una.

Se siembra a vuelo o en surcos, en cantidad de 200 a 300 litros por hectárea, y se cubre con una capa de tierra de 3 a 5 centímetros, cuidando de que la sementera sea clara, si se hace temprano, porque la avena ahíja mucho y tiene tiempo de desarrollarse y extenderse bien; si la sementera es tardía se debe echar algo más de grano, por la razón inversa. Después de nacida, no exige otras labores que limpiarlas de malas yerbas y acercarle tierra; su crecimiento es rápido, y breve la temporada que ocupa la tierra; una escarda de rastra le es muy conveniente. De la simiente se debe separar los granos de ballueca o avena loca, que se conocen por lo secos y menudos, porque son capaces de extenderse por todo el campo. Las cañas que se adelanten excesivamente en crecimiento puede sospecharse que son de ballueca y es buena precaución despuntarlas. El rendimiento es muy variable; oscila entre 10 y 120 hectolitros por hectárea; en España suele ser de 12½ hectolitros. El peso del hectolitro es de 42 a 52 kilogramos; por término medio, de 47,500.

Usos. — La harina de avena permite la fabricación de un pan de color tostado. Se la emplea en la alimentación de los niños y de las personas de estomago débil; este empleo se extiende de día en día. La avena en grano es el alimento tipo de los animales, especialmente en los países fríos. El caballo la come con avidez, y ella constituye la base de su ración de producción. Su valor está subordinado a su pureza, su limpieza, su grado de conservación y al tamaño de la espiga.

Los animales jóvenes (corderos), los de engorde y los reproductores utilizan muy bien la avena. Se les da entera, aplastada o quebrantada; a veces se emplea la avena mojada o avena salada.

La avena machacada es de muy grande digestibilidad. Se emplea por eso para animales de estomago delicado. Desde hace algún tiempo se emplea mucho para la alimentación humana.

La paja de avena posee un valor alimenticio igual al de la paja de trigo. Sin embargo es menos estimada porque frecuentemente está mal recolectada y mal conservada o contiene muchas malas hierbas.

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