Glencross | << = = | Estancia
"La Primavera" de Menéndez y Iglesias |
= = >> | Laguna del Oro |
Este establecimiento está ubicado en el interior del Seno de Ultima Esperanza y a corta distancia de la estancia "Rospentek". El camino que a ella conduce cruza por un bosque bastante tupido en algunas partes y que debe haber dificultado enormemente la construcción de aquél. El río Turbio — que hay que vadear varias veces antes de llegar a la estancia — zigzaguea en el campo y en sus inmediaciones crecen pastos tiernos mezclados a los comunes de la región. El terreno es muy cortado y para formar potreros y divisiones ha sido necesario tirar líneas de alambrados que ascienden y descienden por altas colinas arborescentes, que si bien prestan magnificencia al paisaje, han obligado en cambio a sus propietarios a hacer grandes erogaciones y sacrificios para formar el establecimiento. Si la tarea era difícil y costosa es indudable que los señores Menéndez e Iglesias la culminaron en magnífica forma y al hacerlo dotaron al territorio de una estancia que nada tendría que envidiar a muchas, de renombre que funcionan en las zonas rurales más prósperas del país. Todas sus instalaciones son verdaderos modelos en cuanto a construcción, eficiencia y comodidades. El galpón de esquila, el bañadero, las casas para el capataz y los peones, las cocinas, etc., presentan detalles especiales que demuestran el interés y la habilidad con que los propietarios del establecimiento encararon el problema de su construcción. La casa principal, como se verá en la fotografía
que adorna esta página, es un chalet cuyas líneas arquitectónicas
han sido muy cuidadas y que armonizan admirablemente con el paisaje
agreste, pero admirable, que lo circunda. Para terminar diremos que
después de visitar "La Primavera" no se puede menos
que admirar la fe y la energía que implica formar un establecimiento
como aquél en sitios en que, a parte de las dificultades propias
del terreno, había que resolver el problema capitalísimo
de las comunicaciones y el de la distancia que separaba la futura estancia
de los puertos de evacuación de los productos. La cuestión
era ardua, pero los señores Menéndez e Iglesias la acometieron
con confianza y arrojo y estas cualidades — determinantes en general
del progreso santacruceño — les dieron el triunfo que ambicionaban. |
|
Fuente: «La Patagonia Argentina», p.234