Esta estancia está situada sobre la margen derecha del río Coy Inlet a poca distancia de "La Vanguardia" de Mac Donald y también del camino que de Gallegos va al lago Argentino, pasando por "La Esperanza" de Ness y Stipicic. Cien kilómetros la separan de la capital del territorio.

La topografía del terreno y la calidad de los campos, son las comunes de la región. Pastos cortos, aptos sólo para la alimentación del ganado lanar, cubren su superficie. Un chorrillo de excelente agua serpentea frente a la estancia, matizando sus inmediaciones con la nota verdosa de una vegetación más feraz. Junto a él crece una gramínea, especie de avena silvestre, que es la que ha dado nombre al establecimiento.

"Chali-Aike" tiene una extensión de siete leguas y sus linderos son los siguientes: al Norte con Ness y Cía.; al Oeste con Grigera y Cía.; al Este y Sud con la estancia "María Inés" de Suárez y Braun.

El señor Martín tiene en su campo siete mil animales lanares, aparte de los yeguarizos necesarios para el servicio de la estancia. El tipo de los primeros ha sido conseguido después de varias cruzas acertadas y la lana que producen reúne las cualidades de finura y resistencia solicitadas en el mercado. Los precios alcanzados por la lana de "Chali-Aike" abonan su excelencia, más que cualquier comentario.

Las instalaciones de la estancia guardan proporción con su capacidad de producción, pero nada falta en ellas en lo que respecta a comodidad y eficiencia.

La casa principal fue construida en 1914 y en ella el propietario ha formado un "home" confortable y de exquisito gusto. Y este "home" familiar lo es también para todo viajero que solicita hospitalidad, pues es reconocida en la región la cordialidad y delicadeza con que don Angus Martín y su familia brindan albergue a todo pasajero que llega a las puertas de su mansión campesina.

En la sección correspondiente nos referimos a la época en que el propietario de "Chali-Aike" llegó al territorio y a las distintas etapas que tuvo que hacer, antes de realizar su ideal de poseer un establecimiento propio, y de trabajar en él por su exclusiva cuenta. Realizada su ambición de tener un campo, Don Angus Martín acometió de inmediato la tarea de formar en él su estancia y si bien la empresa fue ardua al principio, a causa de factores naturales que obstaban al éxito del negocio, compensando los precarios rendimientos con buena voluntad y un gran espíritu de sacrificio, al cabo de pocos años el establecimiento estuvo montado y sobre las antes desiertas pampas santacruceñas se levantó una nueva población que era a la vez otro activo centro industrial que se agregaba a los muchos que funcionaban ya en el territorio.