Rudd | << = = | Los Antiguos Pobladores del Territorio Don Juan Scott |
= = >> | Stipicic |
Nació en Escocia en 1863. Llegó a las Islas Malvinas en 1882 y trabajó allí cerca de siete años en tareas rurales. Como el ambiente no era propicio a mayores iniciativas, decidió dirigirse a la Patagonia y para ello aprovechó la oportunidad que le ofrecía el envío de unas ovejas compradas por el capitán Eberhardt en esas islas, las cuales fueron embarcadas en la goleta "Rippling wave", de Braun y Blanchard.
Después de mil penurias llegaron con el arreo'a los campos de "Chimen-Aike", donde estaba poblando en ese entonces el mencionado capitán. Mr. Scott, después de haber trabajado un tiempo para él y haberle prestado toda la ayuda de su práctica y experiencia, entró con su patrón en un arreglo, que le permitió sentar las bases de sus futuros éxitos. Eberhardt le vendió trescientas ovejas y le permitió conservarlas en sus campos por un tiempo indefinido, esto es, hasta que el aumento progresivo de las majadas propias lo obligase a disponer de todas las tierras en que se había instalado.
Al cabo de cinco años, Mr. Scott tenía tres mil ovejas, caballos, yeguas y un carro con sus correspondientes yuntas de bueyes.
Había llegado el momento ambicionado de hacerse poblador por su cuenta y riesgo, y sin vacilaciones, ni temores que, por otra parte, no cabían en su alma recia de luchador, partió con sus animales y algún material que había adquirido para los campos que ocupa hoy la estancia "Bella Vista" de la sociedad "Sara Braun". A poco de instalarse formó una sociedad con el señor Dobrée, la que duró hasta 1905. El invierno de ese año fue uno de los más crueles que se han conocido en el territorio y todos los pobladores sufrieron ingentes pérdidas de animales. Los señores Scott y Dobrée se desanimaron y resolvieron desprenderse de esos campos, en los cuales la suerte les había sido tan adversa. Al poco tiempo lograban su propósito traspasando al señor Mayer Braun la estancia "Bella Vista".
En 1906, don Juan Scott, poblaba las tierras que hoy ocupa su establecimiento denominado "Los Machos" en San Julián, lo que hizo con animales comprados a los señores Felton y Clark, que arreó personalmente, tardando siete días en pasar al otro lado del río Santa Cruz las tres mil ovejas que llevaba.
Llegó a su destino a mediados de abril cuando ya el invierno empezaba a apretar. Tuvieron tiempo, no obstante, de techar la primera habitación, bien modesta por cierto, y a su abrigo pudieron pasar los tres meses de fríos intensos. Los animales, en tanto, buscando reparos, se habían desparramado en el sitio denominado "Salina Grande".
Desde entonces, Mr. Scott ha seguido trabajando en "Los Machos" con constancia y energías extraordinarias, habiendo logrado formar un establecimiento que se cuenta como uno de los más completos y progresistas de la región.
Fuente: «La Patagonia Argentina», pp.139-140