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Entre los documentos digitalizados por el Ministerio de Cultura de España, y ahora accesibles en su portal PARES, se encuentra éste que contiene las declaraciones de Juan Drake ante la Inquisición de Lima en 1587 (ref. AGI,PATRONATO,266,R.54).
Sección del documento donde se registra el parentesco entre
Juan Drake (Juan Drac)
y Francisco Drake (Francisco Drac)
Juan (John) Drake fue primo hermano de Francisco (Francis) Drake, notorio corsario inglés, con cuyo barco, el Golden Hind, atacaron los dominios españoles, tanto en el mar del Norte (Atlántico), como en el mar del Sur (Pacífico), y completaron la segunda vuelta alrededor del mundo (1577-1580).
Los acontecimientos narrados de este viaje de Drake corresponden al periodo inicial de descubrimiento, explotación y conquista europea del Nuevo Mundo. Inglaterra ambicionaba participar en ese proceso: España y Portugal no le daban cabida. La reacción fue una de agresión: se autorizaron corsarios, para apropiarse por la fuerza de las riquezas obtenidas, especialmente por España. Entre 1577 y 1580, el corsario Drake tomó por sorpresa diversas colonias españolas: atacó barcos, pueblos y personas, solicitó rescates, destruyó incipientes enclaves y creó un pánico generalizado. Inicialmente, secuestró los servicios de Nunho da Silva, experimentado piloto portugués, quien le facilitó las labores de navegación por las costas de Brasil al sur, hasta la pasada por el estrecho de Magallanes. Juan fue miembro de la tripulación de Drake, por tanto, su relación de los hechos, aun diez años más tarde, era todavía de gran interés para la Corona española.
En 1582, Juan se embarcó nuevamente como miembro de una pequeña flotilla organizada en Inglaterra, para establecer comercio con China. Llegados a Brasil, los navíos decidieron separarse y Juan intentó pasar con su barco al río de La Plata, para abastecerse. Tuvo la mala fortuna de naufragar y ser cautivado por los indios charrúas, por más de un año. Finalmente, él y dos compañeros escaparon en una canoa, cruzaron el río y arribaron en Buenos Aires. Más tarde, fueron llevados, por don Alonso de Vera y Aragón, a Paraguay, desde donde los enviaron a Lima en 1587, para declarar frente al licenciado de la Inquisición, don Antonio Gutiérrez de Ulloa.
Gracias a los interrogatorios, debidamente copiados por el escribano Jerónimo de Eugui, es posible hoy poseer información de primera mano de los hechos y experiencias vividos por los corsarios ingleses en el viaje alrededor del mundo. Juan dice tener entre veintidós y veintitrés años, al momento de dar estas declaraciones (enero, 1587), y catorce o quince años al tiempo del viaje con Francisco Drake (diciembre, 1577). Comparando los datos que él entrega, con otros del mismo viaje (Cliffe, da Silva, Fletcher), concluimos que su información es verídica y confiable. Pensamos que Juan puede haber asimilado mucha información, como paje, asistiendo a reuniones y toma de decisiones; así como también, puede haber consolidado sus recuerdos al trabajar por muchas horas, con su primo Francisco, realizando dibujos de imágenes del viaje, según lo contara Nuño de Silva, el piloto portugués.
Nuestro joven narrador provee datos específicos de los eventos del viaje y de la ruta tomada; recuerda vívidamente ciertos aspectos anécdoticos, que amenizan la lectura del texto, que de otra forma sería sólo una bitácora de viaje. Particularmente interesantes son sus comentarios de encuentros con los habitantes nativos del nuevo continente: sus descripciones de indumentaria y presencia física; y sus observaciones sobre comportamiento y moral. Por ejemplo, Juan cuenta que los indios encontrados en Bahía de Lobos no aceptaban nada en la mano, y vestían un tipo de camisa que parecía de plumas. También, fue testigo de un incidente donde, después de obligar a un indio a devolver un bonete tomado sin permiso, éste se rasguñó con una flecha hasta sangrar: acción que fue interpretada como penitencia o arrepentimiento por haber actuado mal. Describe contactos con indios canoeros en el Estrecho de Magallanes; y, también, la evidencia de más indios y sus canoas, en la parte más al sur de la costa del Pacífico.
Otros detalles, como el uso de yerbas nativas para mejorar la salud de la tripulación, nos indican la creciente toma de conciencia de la importancia de la dieta alimenticia para los viajes largos. Desde un punto de vista lingüístico, la narración provee ejemplos de cómo se aplicaban términos conocidos para nombrar elementos nuevos: por ejemplo, patos sin plumas por (los todavía sin nombrar) pingüinos. El uso del término gigantes continúa la creencia sobre el gran tamaño de los indios patagónicos: esto probablemente era una apreciación relativa más que absoluta, según la estatura del observador.
El archivo examinado consta de 13 fojas. Las primeras están dedicadas a los preliminares de la audiencia, genealogía y aspectos religiosos. Nuestro texto comienza en la foja 2v (descargo y viaje de Francisco Drake) y termina en la foja 5, con la llegada a la isla Mocha, en Chile. Las hojas restantes se refieren al resto del viaje de Francisco, y a las desaventuras del propio viaje de Juan (1582).
Nota: La declaración de Juan Drake aparentemente fue mencionada en: New Light on Drake / A Collection of Documents relating to his Voyage of Circumnavigation, / 1577-1580, Hakluyt Society, 1914, escrito por Zelia Nutall. Sin embargo, no sabemos si ella incluía toda la declaración, o sólo parte de ella; si el original fue trascrito, y en qué idioma fue presentado. Como el texto relacionado con Patagonia no se ha podido encontrar en Internet, se presenta en este sitio para todos los interesados en estos temas.