Los delegados de la Liga Patriótica Argentina que visitan los territorios nacionales del Norte han remitido a la junta central de la institución un informe, en el cual transmiten las impresiones recibidas en conversaciones con los miembros de las brigadas locales, acerca de las necesidades y problemas de dichas extensas regiones.

En la comunicación se hace notar la urgencia de afrontar resueltamente la colonización de los territorios, que hasta ahora no ha sido objeto de preocupación especial del gobierno, pues las iniciativas a este respecto no han prosperado y la ley de tierras adolece de serias deficiencias.

Solamente algunos particulares y compañías colonizadoras han emprendido la tarea, de manera aislada e incompleta, y es evidente que tales iniciativas son insuficientes, pues lo que se necesita es un plan orgánico, uniforme, del gobierno nacional, contemplando los distintos aspectos del problema, que es complejo.

Los territorios nacionales del Norte, como los del Sur, no ofrecen igualdad de condiciones de vida y de trabajo. Los caracteres topográficos y el clima indican también, por otra parte la conveniencia de encauzar la inmigración que desee radicarse según el país de origen y las aptitudes, a la región más apropiada.

Nada de esto se hace por una inexplicable indiferencia o despreocupación de las autoridades respectivas, lo que ha permitido que las familias colonizadoras se dirijan a uno u otro punto sin un plan racional que prevea y resuelva con inteligencia todos estos factores que concurren simultáneamente.

No se ha dictado la tan necesaria ley de colonización que el país reclama desde hace tantos años. Los proyectos presentados no han prosperado por la falta de interés de los iniciadores que no se preocuparon en cada oportunidad de hacerlos despachar prontamente por la comisión respectiva y luego lograr que la Cámara los tratase.

Los territorios nacionales son los más necesitados y los que mayor urgencia tienen de ser beneficiados por una sana colonización. Por lo mismo que los caracteriza, salvo algunos, una gran extensión territorial y una población reducida en proporción, exigen del gobierno tal política. La conocida frase de Alberdi tiene para ellos una especial importancia y trascendencia.

¿No es la población, en efecto, la que los librará de la situación actual, de incapacidad política? El aumento de sus habitantes aparejará todos los otros progresos de orden social, político, económico, etcétera. Con una mayor población radicada, aumentará la capacidad productora y las fuentes y factores de su riqueza.

No se puede desconocer entonces la urgencia de abordar el problema de la colonización si se desea que los territorios nacionales contribuyan al progreso del país de manera más eficaz. El gobierno debe comprender todo el perjuicio que causa con su indiferencia, al dificultar y entorpecer el legítimo deseo de la población de los territorios que anhela el adelanto de los mismos, para que al adquirir autonomía política puedan regir sus propios destinos.

Las distintas brigadas de la Liga Patriótica, de los territorios del Norte, expresan en la comunicación enviada a la junta central que están en condiciones de informar sobre este problema de manera amplia, para así contribuir a su solución. Corresponde al gobierno nacional imitar esta sincera preocupación, más aún cuando afecta tan de cerca el progreso de extensas regiones de suelo argentino.

LA PRENSA