Uno de los pabellones que más llamó la atención por la variedad y excelencia de los artículos presentados es sin disputa el que exhibió don Gustavo Müller.

Varios años de ruda labor, hasta llegar a un perfeccionamiento científico en la elaboración de sus productos en conservas; introduciendo a medida que las necesidades lo requerían para la expansión del negocio, maquinarias modernas de primer orden y ajustándose a un régimen severo en la higiene, la fábrica que nos ocupa figura en primera línea entre sus congéneres del Territorio.

El señor Müller, expuso al concurso las siguientes calidades de productos: tarros de centollas, Lenguas de Cordero, Riñones, Hígados, Sesos, Criadillas, Mollejas de Ternera, Pejerreyes y Róbalos secos.

Casi el total de la fabricación anual que produce la fábrica es enviado a los mercados, del norte del país, donde son muy solicitadas por su bondad y por su espléndida presentación.

El jurado de la Exposición le otorgó una Mención Honrosa.

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