Ya antes de que la Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego adquiriera los campos
en la Región de Última Esperanza, el señor Eleodoro Lazo
estaba trabajando en ellos y desde la fundación de dicha Sociedad en
esta región pasó enseguida a prestarle su modesto concurso.
27 años cuidando ovejas en el mismo lugar, en el encantador paraje, frente
las tristes e impresionantes cumbres del Payne. Casi la mitad de su vida la
ha pasado solitaria, teniendo por compañía el inmenso panorama
y los dóciles corderitos; y es por esto que el administrador de la estancia,
a indicación de la dirección, quiso recompensarle sus servicios
haciéndole construir un pequeño chalet, compuesto de dos piezas
y un jardincito en el mismo lugar donde él tantos sudores ha derramado
en beneficio de la compañía.
Even before the Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego acquired lands in Última
Esperanza, Mr. Eleodoro Lazo was working there; and as soon as the Company established
itself in the region, he immediately offered his modest services.
Twenty-seven years he has spent as a shepherd in one place, in these enchanted
surroundings, facing the impressive, ominous peaks of the Paine range; almost
half of his life alone, with only the immense panorama and docile sheep for
company. It is for these reasons that the ranch manager, at the behest of
the directors, has expressed the company's thanks for those dedicated years
of service by building him a small two-roomed cottage and garden in the
selfsame spot.