Barraca Francesa, de Segard y Cía.  

Esta firma trabaja en el territorio desde hace muchos años, y ha logrado destacarse por la seriedad de sus procedimientos y la conciencia con que realizó todas sus operaciones. Entre su clientela goza de merecidos prestigios y su vinculación al proceso de transformación que se ha operado en Santa Cruz en los últimos tiempos, es real y efectivo.

Sus capitales invertidos en la compra de lanas y cueros, sirvieron para plantear una competencia necesaria y beneficiosa, al mismo tiempo que tonificaban las actividades de la región, que sólo dinero necesitaban para manifestarse en toda su fuerza y vigor.

La concurrencia de firmas como la que nos ocupa, debía forzosamente influir en los precios del producto, aparte de que al adquirirlo en la plaza, evitaban al estanciero la necesidad de los envíos a Europa o a Buenos Aires, y las consiguientes esperas para proveerse de fondos. En este sentido la firma Segard y Cía. ha coadyuvado, en la esfera de su acción, al bienestar de los hacendados y como consecuencia, al progreso del territorio.

La "Barraca Francesa" tiene casas en Río Gallegos y Punta Arenas. En el primero de esos puertos posee amplios galpones para almacenaje de frutos, los que están dotados de prensas y demás aparatos necesarios a su objeto. Al frente de los galpones existen amplias plazoletas que permiten la cómoda manipulación de los fardos de lana y cueros a su llegada al local de la barraca y su transporte posterior a la playa, para su embarque.

Desde que la firma Segard y Cía. empezó a actuar en Río Gallegos, su campo de acción ha ido progresivamente ampliándose y en la actualidad ocupa un lugar de preferencia entre los establecimientos de su índole que funcionan en esa plaza. Tiene una clientela vasta y segura, conquistada y mantenida por su responsabilidad financiera y por la corrección inalterable de sus procedimientos.

 
 

 Fuente: «La Patagonia Argentina», p.177