Relojería y Joyería Inglesa de don Francisco Gooderham |
El señor Francisco Gooderham llegó a Río Gallegos procedente del Paraguay, en el año 1910. Lo llevaba a la Patagonia el decidido propósito de hacer fortuna, para lo cual contaba con un inestimable capital de energías y de vastos conocimientos en el ramo que se proponía explotar. Apenas llegado a su destino se instalaba con un pequeño taller de relojería, en el antiguo hotel "El gaucho" que funcionaba por aquél tiempo en Gallegos, taller que venía a ser el primero de su clase que hubo en la zona. Después de un año de trabajo rudo y constante, se trasladó a Inglaterra. Regresó en 1912 y al poco tiempo de arribar abría, en sociedad con el señor A. E. Franks, otra relojería. Actuó en ella con éxito creciente, llegando a formarse una clientela selecta y numerosa que le permitía, en cualquier momento, acometer bajo excelentes auspicios el negocio en mayor escala que ambicionaba. En 1916 se instalaba por su exclusiva cuenta en el local que ocupa actualmente en la calle Roca y tanta maña se dió en la explotación de su negocio, que al poco tiempo su clientela aumentaba y como su nombre se difundía en otras zonas del territorio, vióse obligado, para responder a todos los pedidos, a abrir una sucursal en el puerto de Santa Cruz. Don Francisco Gooderham en la actualidad, ha ampliado los ramos de su comercio, pues tiene además de la relojería, con que se iníció, joyería y venta de artículos fotográficos. Es represéntante de la Eastman Kodak Co. Su habilidad, y honestidad y junto a estas cualidades una gran confianza en sí mismo, le han conquistado las simpatías de la mayoría de los pobladores del Sud, asegurándose, a la vez, para el porvenir, la prosperidad que ambicionaba conquistar cuando arribó por primera vez a las costas patagónicas. |
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Fuente: «La Patagonia Argentina», p.211