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Biblioteca Patagónica

Tierra del Fuego: Historias de Marineros y Salvajes (1851—1900)
Contactos entre barcos y grupos nativos, según reportajes en la prensa de habla inglesa [en inglés]

RESULTADOS  Y  CONCLUSIONES

Superioridad cultural

Durante el siglo XIX, hubo una percepción generalizada de que algunos grupos humanos estaban atrasados, y necesitaban ser "mejorados". El aspecto y las costumbres de los "fueguinos" ofrece una amplia tentación para el sensacionalismo y las expresiones de superioridad. En un extremo se encuentran artículos como The Land of Fire, Picherays y Pater's Chats with the Boys, al parecer predicando el "darwinismo social" e impregnados de lenguaje despectivo y sarcástico. En el otro extremo, el autor de Cape Horn Aboriginals representa a los canoeros como una raza anteriormente admirable y exitosa, cuya cultura ha sido destruida por la intrusión del hombre blanco, y cuyos violentos excesos sanguinarios deben entenderse como un intento de preservar su integridad frente a la agresión y abuso por parte de los blancos — lamentablemente, ése no era el espíritu de la época (ver nota al pie de la página).

Noticias negativas

Los artículos estudiados suelen transmitir noticias negativas: o bien una situación accidental y desagradable, como un naufragio, o agresión contra los blancos por los nativos. Sus repetidos ataques contra botes salvavidas fueron interpretados como un mecanismo de supervivencia, destinados a desalentar futuros "intrusos" en su territorio.

La violencia practicada por los blancos

Pocos informes describen violencia o abusos perpetrados por los blancos. Hay un caso de asesinato premeditado por el tripulante del Balaklava, mientras escapaba de su cautiverio. El asesinato innecesario de grupos nativos se menciona en dos artículos: (a) la retribución de parte del capitán escocés del Princess Louisa por la muerte de los hombres del Propontis; y (b) el aniquilamiento de un grupo de nativos a bordo de un buque argentino o chileno después de que sus mujeres fueron llevadas bajo cubierta (por implicación, para el entretenimiento sexual de la tripulación). Además, este último artículo menciona otras acciones irresponsables por parte de las tripulaciones de buques loberos (sin mencionar nombres o nacionalidades): a saber, secuestraban mujeres nativas como esclavas sexuales, y disparaban a los nativos por diversión, como si fueran animales de caza.

Agresividad

Un estímulo frecuente de agresión de los nativos en contra de los blancos era el deseo de poseer sus pertenencias, basado en un concepto distinto de la propiedad. El comportamiento agresivo en defensa de sus familias fue informado por el oficial del Wyoming. Al acercarse a pequeños grupos de blancos desarmados, se tornaban más osados: los ataques luego se practicaban con piedras, palos, lanzas y hachas.

Este aspecto del carácter de los nativos se registró específicamente en el diario de vida de Richard Williams, el cirujano que acompañó a Allen Gardiner en su misión de 1851: "Un breve contacto con los nativos confirmó el informe desfavorable que dieron escritores como Fitz Roy, King, y Darwin, [...] que cuando ellos eran la parte más débil, eran apacibles y sumisos, pero tan pronto como tenían la posibilidad de sorprendernos, se comportaban maliciosamente y llenos de diabluras."

Canibalismo

A menudo se acusó a los nativos de canibalismo, aunque esto no está fundamentado en ninguno de los artículos. Pero, sin duda, debe haber servido como una advertencia de actuar prudentemente en su presencia. Junto con las descripciones "repugnantes" de los indígenas, esta creencia habría reforzado la percepción de su naturaleza sub-humana. Sin embargo, el canibalismo blanco sí ocurrió en el caso del Golden Hind, y fue mencionado en el artículo del Glenmore.


/Nota al pie/: En una publicación de 1853, el conocido autor Charles Dickens desacreditó la idea del "buen salvaje", concluyendo que "el mundo será mucho mejor cuando no lo conoce más" — palabras inesperadas del renombrado "mejorador social".