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Biblioteca Patagónica

Historias de Avestruces — Antología
Observaciones de «Rhea pennata» en la Patagonia austral

"Viages al Maluco ... del Comendador Fr. García de Loaisa ...",
Ed. Fernández de Navarrete, Madrid 1837
En enero de 1526, cerca de la entrada oriental del Estrecho de Magallanes, los tripulantes de los barcos españoles trajeron a bordo un indígena, dándole para comer y beber. Cuando le mostraron oro y plata, no reaccionó pero, cuando vio su cara en un espejo, quedó espantado. Portaba un arco y se cubría con un piel de animal; sobre la cabeza usaba plumas de avestruz, y calzaba una suerte de sandalias.

[enfásis editor]

En la bahía de la Victoria [después de pasar la primera angostura del estrecho de Magallanes, Ed.] los individuos de las naos vieron en tierra patagones, y habiendo llegado adonde estaban las carabelas enviaron el esquife de la Anunciada y llevó a las naos un patagon, á quien dieron de comer y beber vino y otras cosas, con que se alegró mucho; pero especialmente con un espejo donde viendo su figura estaba tan espantado que eran dignas de verse las cosas que hacia; le mostraron oro y plata, y no hizo alteracion alguna. Era feo, grande de cuerpo, vestido de una pelleja de cebra, [probablemente un piel de guanaco, Ed.] llevaba en la cabeza un cerco hecho de plumas de avestruces, tenia su arco, y en los pies unas abarcas. Al anochecer señaló que lo llevasen á tierra.

[fin de extracto]