John Macdouall: Un cronista olvidado
Los informes de capitanes de la Armada británica, tales como Philip Parker King y Robert Fitz-Roy, y del ilustre científico Charles Darwin, producto de las expediciones hidrográficas a Tierra del Fuego, han sido estudiados y consultados con atención. No ha sucedido lo mismo con, al menos, otra interesante narrativa: la de John Macdouall, oficial administrativo, quien publicara sus observaciones de dos años (1826-1827), de viaje con el Beagle.
Aunque no entre los más consultados, el libro ha perdurado: felizmente, porque, desde la perspectiva del siglo XXI, sus descripciones resultan ser útiles y valiosas: algunas confirman lo ya conocido, otras aportan detalles novedosos para la época.
Macdouall escribe en un estilo liviano; su punto de vista es la de un simple observador de hechos y lugares: en otras palabras, es una visión personal, y no necesariamente la requerida del alto mando naval. Sus comentarios son francos, pero generosos: no duda en narrar malos momentos, pero se abstiene de criticar a los actores. Su punto fuerte son los relatos de personas: tanto de camaradas navales, como de indígenas encontrados al azar durante el viaje. También, se destaca por el realismo al describir las dificultades de la navegación, y por el aire evocador de sus descripciones del cambiante paisaje y la variedad y novedad de la flora y fauna que va encontrando.
Macdouall, como el resto de la tripulación, está interesado en ponerse en contacto con los indígenas. Cuando los barcos visitan la bahía de San Gregorio, en el sector oriental del estrecho de Magallanes, los marinos se encuentran con los Aónikenk, deseosos de intercambiar sus mantos de guanaco por tabaco, galletas y alcohol. Más tarde, en su deambular por la playa y el campamento de los indígenas, Macdouall observa detenidamente los aperos que ellos usan: las espuelas y sillas de caballo, las bolas de cazar, el lazo, para luego comentar sobre sus usos, formas de confección, etc. Hace descripciones novedosas de tumbas y de una aparente ceremonia religiosa donde se utiliza una figura llamada "cristo". Entre los detalles de contactos interpersonales están el de tener que "admirar" un bebé orgullosamente mostrado por su abuela, y el tener que "sufrir" la incómoda atención y curiosidad prestada a su persona y a sus bienes personales por un grupo de mujeres jóvenes.
Más tarde, en el sector occidental del estrecho, hay más episodios de trueque que, dada la extrema pobreza material de los canoeros, llegan a ser más bien donativos. Tan poca es la comprensión mutua que, en un momento, el autor se cree blanco de caníbales. MacDouall relata también las experiencias vividas por un grupo de sus compañeros con otras familias Kawéskar. Finalmente, cuenta unos incidentes sobre el naufragio del Capitán Brisbane, y su posterior desencuentro con los grupos locales, cada vez menos tolerantes de los extranjeros, y en consecuencia, más prestos a hostigarlos.
Fuente: "Narrative of a voyage to Patagonia and Terra del Fuego, through the Straits of
Magellan in H.M.S. Adventure and Beagle, in 1826 and 1827", John Macdouall R.N., Londres, 1833
Ilustración: Acuarela de HMS Beagle por Conrad Martens, en
Wikimedia Commons
Esta transcripción: VII-2013