En septiembre de 1900, llegó a Trelew, en el norte de la Patagonia argentina, el joven escritor británico Hesketh Prichard. Venía a la búsqueda del misterioso milodón, por encargo de C. Arthur Pearson, propietario del diario The Daily Express, de Londres. Restos bien conservados de este tipo de animal se habían hallado, al interior de una cueva cerca de Puerto Consuelo, Última Esperanza, y se especulaba sobre la existencia de ejemplares vivos en alguna parte remota de los Andes patagónicos.
Prichard, acompañado por el estanciero Burbury, el geológo Scrivenor, y varios gauchos, emprendió un viaje a caballo hacia el poco conocido y poco poblado territorio interior patagónico. En el camino, tomó notas de la flora y fauna, pero no encontró rastros del milodón: ahora se sabe que este animal estaba extinto hace varios miles de años.
El viaje fue largo. Sólo en llegar a la primera meta, el lago Buenos Aires, tardaron dos meses. Luego, en enero de 1901, volvieron a la costa atlántica para reaprovisionarse en Puerto Santa Cruz. De allí, partieron de nuevo al oeste, hasta el lago Argentino, para finalmente salir de la región, vía Río Gallegos y Punta Arenas. En total, en un plazo de 9 meses, recorrieron unos 3.000 km. de tierras aisladas, a veces peligrosas, siempre difíciles.
El libro resultante "En el Corazón de la Patagonia" fue bien recibido. En años siguientes, Prichard realizó otros interesantes viajes de aventura y exploración.
El texto a continuación describe los esfuerzos de Prichard para descubrir un gran lago desconocido, cuya existencia fuera postulada por el científico argentino Francisco P. Moreno, en una publicación del año 1899. Para cumplir su propósito, Prichard pasó primero al lago Viedma donde "tomó prestada" una lancha motorizada, utilizada en 1898 por la Comisión de Límites (Chile-Argentina). Prichard y sus acompañantes lograron su cometido, aunque el tamaño del lago que descubrieron [número 15 en el mapa] era bastante menor que el anticipado por Moreno. Prichard lo nombró Lake Pearson, en reconocimiento al auspiciador de la expedición (actualmente se llama lago Anita); también, evocando a su madre, nombró Katarina River al río que lo desagua hacia el lago Argentino [número 13 en el mapa, el actual río Caterina]. Una década después, en 1914, el ganadero británico Percival Masters fundó, en este valle, la Estancia Cristina.
T. R. D. Burbury |
El autor |
J. B. Scrivenor |
Humphrey Jones Jr. |
Bernardo Hähansen |
Frederick Barckhausen |