Los productos. — La cuestión lanera  

LA CUESTION LANERA

El territorio de Santa Cruz produce anualmente veinte millones de kilos de lana más o menos. La esquila se realiza una vez por año, durante los meses de octubre a enero, como se ha dicho. La cantidad de lana producida anualmente sufre fluctuaciones considerables debido a la mortandad de animales durante la estación invernal y el efecto del clima sobre el producto, que a veces es la causa de que el vellón sea muy liviano y otras veces muy pesado.

PRECIOS. - Después de la fuerte baja que sufrió el mercado en los años 1920 y 1921 los precios han mejorado gradualmente, habiendo alcanzado en el próximo pasado, un término medio que deja un margen de beneficio a los estancieros, si bien otros factores, que no es del caso mencionar, aumentando los gastos de administración de las estancias, tornan difícil la situación financiera de los productores.

Los precios de guerra más altos alcanzados en el territorio, oscilaron alrededor de $30 en playa (puertos del territorio). Luego vino la baja y muy pocas operaciones se realizaron. El stock mundial aumentó enormemente y cuando pasado algún tiempo se notó algún interés en el mercado, la ley de la oferta y la demanda dió una razón lógica a los precios pobres que se alcanzaron.

Desde entonces el stock mundial ha disminuído considerablemente y a tal punto que la existencia en el mercado mundial es muy reducida. A ello ha contribuído el contínuo e inmenso consumo; la merma que ha acusado la última producción (se calcula que la República Argentina ha producido de un 20 a un 30 % menos que en el año 1922); y las precauciones adoptadas por la B. A. W. R. A. para maniobrar los stocks de las colonias británicas, que hoy en día están muy disminuídos.

Las opiniones más distintas se han vertido respecto al futuro del mercado lanero, pero en muy contados casos se han logrado prevenir sus fluctuaciones con exactitud. Actualmente los peritos se han agrupado en dos campos distintos: los optimistas y los pesimistas. Los primeros, basándose en estadísticas, en la demanda que existe y que preveen ha de continuar; en los stocks reducidos y en la producción venidera, pronostican muy buenos precios y su sostenimiento por algunos años. Los segundos, no preveen ninguna suba, ni consideran estables los precios presentes, pues no encuentran ninguna razón que justifique un pronóstico optimista. Se basan en la experiencia, que demuestra siempre que a los precios demasiado elevados ha seguido una reacción, cualquiera que haya sido la posición que señalan las estadísticas. Citan estos últimos el ejemplo del año 1900, en que en Australia murió más de la mitad de los animales y, sin embargo, el mercado sufrió la baja más intensa que se ha conocido hasta hoy. Afirman, además, que nunca ha habido una verdadera carestía de lana, ni aun en los momentos en que las estadísticas demostraban la existencia de razones que podían fundamentarla. Dichas causas no existen en la actualidad.

La lana de Santa Cruz se vende principalmente en dos mercados: Buenos Aires y Londres y además en los puertos del territorio.

No podemos dar las proporciones exactas de la lana remitida a Buenos Aires y a Londres y de la vendida en playa en el territorio, pues las cantidades han variado enormemente en el transcurso de los años.

La proporción mayor ha sido siempre remitida a Buenos Aires, pero la cantidad vendida en el territorio en los últimos tres años ha aumentado tanto que se calcula que el 25 o 30 % de la producción fué liquidada en esa forma.

Los precios alcanzados en los últimos dos años por la lana vendida en el territorio, son los siguientes:

ZONAS
1921/1922
1922/1923
Deseado
de $ 7. - a $ 11.-
T. medio: $ 9 $ 10.-
de $ I 1.- a $ 17.T.
medio: $ 151 $ 16.
San Julián
de $ 6.50 a $ 10.-
T. medio: $ 8.50 $ 9.-
de $ 10.- a $ 17.-
T. medio: $ 15 $ 15.50
Santa Cruz
de $ 6.50 a $ 9,-
T. medio: $ 8.50
de $ 10.- a $ 15.-
T. medio: $ 13.50 $ 14.-
Río Gallegos
de $ 6.50 a $ 10.-
T. medio: $ 8.50
de $ 10.- a $ 15.50
T. medio: $ 14 $ 14.50

Los precios alcanzados en Buenos Aires y en Londres son similares, más la diferencia de fletes y gastos.

 
 

 Fuente: «La Patagonia Argentina», pp.110-111